Los grandes anunciantes se disputan cada año el último spot antes de las campanadas y el primero después de ellas en la retransmisión de TVE1. Este año, quien estuvo dispuesto a pagar 8.800 euros por segundo fue La Caixa, para que si spot de Obra social La Caixa fuera el último del año. Antes de ese anuncio, lo que los espectadores vieron fue el de Movistar. Mientras que el primer spot de 2007 en La Primera estuvo a cargo de ING, seguido de Euskadi Turismo y Axe Winterthur. Los precios en el resto de cadenas por ser el primero del año son inferiores, pero es un lugar también disputado. En Telecinco cerró el año Nokia y dio la bienvenida al 2007 la marca de coches Volvo, mientras que Polaris World y las calefacciones de ahorro Acesol lo hicieron en Antena 3. Pero esta lucha por alguno de estos puestos parece no tener mayor trascendencia que la del prestigio de haber sido el primero del año. Porque según el director de la Agencia de Publicidad de la Universidad CEU, Óscar Barroso, tanto los últimos como los primeros spots ya no son tan efectivos debido a la diversificación de los canales y las celebraciones después de tomar las uvas. Según el experto, estos espacios publicitarios siguen siendo objeto de atención por parte de los anunciantes, pero su efectividad es cada vez más reducida.
