Vienen buenos tiempos para los emprenedores

Nos quedan todavía varios años para poder decir que la crisis económica ha pasado. Probablemente no quede tanto para empezar a dar cifras un poco holgadas de crecimiento del PIB, pero recuperar tasas de desempleo cercanas a las de nuestro entorno y recuperar un valor de los activos equivalente al previo a la crisis está todavía muy lejos.

No vienen buenos años para los trabajadores por cuenta ajena. La baja productividad y competitividad de la economía española (tanto de las empresas y sus sectores productivos como de los trabajadores), así como el elevado y sostenido nivel de desempleo, va a reducir drásticamente las posibilidades de crecimiento profesional y la mejora de las condiciones laborales durante bastantes años.

Sin embargo no todo son malas noticias. Hay una serie de circunstancias que hacen que los próximos años vayan a ser de grandes oportunidades para los emprendedores.

Por un lado, estos años de crisis han dejado muchos activos industriales e inmobiliarios comerciales de gran valor a un coste bastante asequible. La actividad que antes se desarrollaba en ellos no permitía su sostenibilidad y por lo tanto el reto es encontrar un nuevo uso de mayor valor añadido que permita una nueva explotación rentable.

Por otro lado, existe y va a seguir existiendo por bastantes años un gran stock de capital humano. Hay muchos más profesionales expertos (excepto en algunos campos) que proyectos. Exportar servicios profesionales de alto valor añadido, con calidad y con unos costes muy competitivos es otra gran oportunidad para aquellos que se atrevan a explorar el mercado europeo.

Las grandes y no tan grandes empresas españolas han acelerado sus procesos de expansión internacional en estos últimos años. Seguirles en el proceso de internacionalización supone una gran oportunidad para muchas pequeñas empresas y profesionales independientes.
Además de todo esto, los nuevos modelos de gestión de la innovación y el conocimiento, así como todo el mundo de internet, abren campos enormes para modelos de autoempleo bien remunerado y para el nacimiento de nuevas empresas con posibilidades de gran crecimiento y orientadas al mercado global.

Para poder aprovecharse de estas oportunidades se necesita un poco de valentía, ciertas dosis de innovación y ganas, muchas ganas.